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DianEl
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Contacto
Intraterreno
Luego de mi intervención en la época de la Atlántida, mi servicio para con La Tierra debía empezar a ser más directo, más en contacto con su energía, encarnando en ella.
Pero como la naturaleza de los seres nacidos allí y la vibración en que se encontraban era muy distinta a la vibración que yo tenía al ayudar al planeta desde el campo energético, era muy difícil encarnar y lograr rápidamente una conexión con La Tierra encarnando con un grupo de seres en la superficie.
Por este motivo, la primera encarnación en La Tierra, fue en una ciudad intraterrena. En estas ciudades, al estar más cerca del corazón del planeta, las vibraciones son más altas, más amorosas, más en armonía con el planeta y la creación, y los cuerpos son más sutiles, sin llegar a ser etéricos.
Los cuerpos del lugar donde encarné por primera vez, eran más estilizados que los de la superficie, parecían seres muy altos y delgados, con un cuello largo. Al recordar ese lugar siento mucha paz y amor en esa sociedad.
A diferencia de lo que puede pensarse al imaginar una ciudad intraterrena, no eran como cuevas, sino que se habita en un lugar 'no físico' de La Tierra, está cerca del centro del planeta, pero no es un lugar cerrado, sino que tiene cielo, pasto, y a través del centro de La Tierra, llega la energía y amor del centro del Sol, que es más pura y elevada que la que se recibe desde la superficie, de la superficie del Sol.
Desde estas ciudades, desde esta vibración, hay varias misiones o servicios que se prestan tanto para La Tierra como para la humanidad. Las que en este momento recuerdo tienen que ver con ayudar a La Tierra a mantener su conexión con el centro del Sol y el centro de la Galaxia, y así mantener un fluir de energía desde ese lugar hacia todos los seres que habitan en el planeta, tanto los de las ciudades intraterrenas como los de la superficie. Otro servicio es manejar las vibraciones que se reciben desde el centro para enviarlas a la superficie y así poder llegar a la humanidad allí encarnada y ayudar a las personas y demás seres a mantener una conexión más profunda con el planeta, vibrar con el planeta, sentir la conexión con los demás seres allí encarnados e incorporar energías cósmicas a través de la conexión con La Tierra. También hay algunos seres que se encuentran trabajando para ayudar en el campo mental de las personas de la superficie, de modo de ayudar a guiar el desarrollo intelectual, la ayuda a la creatividad, inventiva, y para quienes estén en condiciones de recibirlo, mantener una mente en armonía con el corazón, balanceando el vibrar del campo mental con el de la conexión al centro de la Tierra de corazón a corazón, del centro del planeta al centro de la persona.
En ese lugar llegué como un aprendiz, un aprendiz de la vida en La Tierra, allí había varios seres que estarían momentáneamente encarnados en estas ciudades no para prestar servicio desde allí, sino para ir adaptándose a las vibraciones de La Tierra para luego encarnar en la superficie para brindar su servicio y llevar a cabo su o sus misiones.
Ahí, la vida era muy tranquila, con mucha paz, y al estar tan cerca del corazón de La Tierra, también se sentía muy fuerte la conexión con el corazón del Sol y el centro de la galaxia. Era como estar recibiendo constantemente oleadas de amor y paz de lo que se percibía como un sol en ese lugar. Y aunque se veía como si fuese un sol, al mirar fijamente a ese sol, o al mirar como a través del sol, se podía ver o sentir las conexiones que había con otras estrellas, con otros corazones estelares, y con los seres que estaban en conexión en cada uno de esos lugares, se sentía como una red donde todo estaba al alcance, todo estaba conectado. Estar en una de esas ciudades se sentía como estar en un jardín sagrado de La Tierra. Parecía como si fuese una ventana al universo, en comunicación con muchos seres y lugares, se sentía más abierto y en libertad que aquí en la superficie.
Se sentían bien definidas las responsabilidades de cada uno allí, y en muchas oportunidades se sabía que algunos seres, la estancia ahí era solo de paso, de adaptación y aprendizaje de algunas cosas que serían necesarias para poder llevar a cabo las experiencias y misiones en la vida en la superficie. Por lo que también había seres que se encargaban de preparar a los que como yo luego encarnaríamos en la superficie, para que podamos seguir conectados con el planeta y para que no perdamos conexión con nosotros mismos, con nuestra esencia, que aunque sabíamos que el recuerdo consciente sería limitado, inconscientemente podríamos recibir la energía de nuestro ser, mantener nuestra conexión con el cosmos, con el universo y con el planeta.
En una de las experiencias en las ciudades intraterrenas, lo que aprendí es a conectar con el centro de La Tierra, a sentir el corazón del planeta y comunicarme con ese hermoso ser, y también a conectarme con las personas y buscar el camino para llegar a ellas, a hacer de puente entre la energía del corazón de La Tierra y el corazón de las personas que lo necesiten y ayudar a que la gente se conecte más en armonía con el planeta.
En ese momento no me preocupaba cómo lo haría o si habría personas a las que no podría llegarles o no querrían conectarse con el planeta, estaba en plena confianza que eso se daría con quienes estén preparados, dispuestos y que en un nivel superior (a nivel de su ser superior, su alma) hayan decidido que quieren hacerlo.
Próximamente comenzaré a compartir algunos de los mensajes que recibí y sigo recibiendo de los seres intraterrenos.